365 Intentos

sábado, 31 de diciembre de 2011

(365/365) Se acabó. Feliz año!

(365/365) Se acabó. Feliz año!, a photo by albertopveiga on Flickr.

Pues como dice el refrán: "Todo llega y todo pasa". Se acaba el año, y con él, mis 365 Intentos. Ya lo dije en una foto anterior, que se acaba y lo dejo con pena. Es una especie de Síndrome de Estocolmo, supongo…

La foto de hoy tiene varias razones de ser:

Es un reloj, un viejo reloj de pared que tiene más años que yo, que está en mi casa de Vigo y que sigue dando la hora cada día. Es sencillo, austero, sin muchos artificios, totalmente manual, y funciona ahora igual que hace 50 años. Su alma se parece mucho a cómo yo entiendo la fotografía.

Tenía que ser, forzosamente en Blanco y Negro, porque a pesar de todo lo que he experimentado este año con colores, tonos, texturas, etc, sigue siendo el medio donde me siento más a gusto. El Blanco y Negro es el resumen, la forma, la textura, la luz… es, para mí, la esencia de la fotografía.

Es una foto hecha en casa, como tantas otras del proyecto. No todos días se puede estar viendo el observatorio de Sierra Nevada desde 3.000m de altura o bajo la torre Eiffel, intentando hacer una foto a tres musulmanas potentadas con velo… y ganarse un bronca de sus guardaespaldas… pero eso es otra historia.

Pensé en hacerla a las 12 menos 5, pero con las uvas y la familia delante del televisor, me parecía que iba a ser apurado… así que hice un poco de trampa. Después de todo, la fotografía es trampa, es artificio. Por mucho que se empeñe quien se empeñe, desde el momento que arrancamos un trozo de realidad rectangular… ya estamos mintiendo, porque no es la realidad, sólo es un trozo. Quien vea esta foto… realmente se planteará si eran las 12 menos 5? Quién sabe…

365intentos ha sido proceso brutal de aprendizaje. Más que un aprendizaje técnico en sí mismo (que también lo ha sido en alguna medida), creo que me ha ayudado a "afinar", a profundizar en lo que siempre he pensado: Se pueden hacer buenas fotos hasta en el sitio más insospechado. Me ha enseñado a mantener ese estado de tensión permanente buscando una imagen en cada esquina, con o sin éxito, pero siempre buscando.

Pero el proyecto ha sido para mí, sobre todo, una terapia. Ha sido la forma de demostrarme a mí mismo que era capaz de acabar algún proyecto sin dejarlo a medias. Si no era capaz de hacerlo con la fotografía, mi pasión, no sería capaz nunca de acabar algo que requiriera esfuerzo y constancia y sería otro reto inacabado más de la historia de mi vida. Afortunadamente, he llegado al final sin fallar un sólo día, por muy mala que fuera la fotografía o muy adversas que fueran las condiciones. Por todo esto, me siento bien, reforzado. Y lo que es mejor: con la sensación de que puedo acabar lo que me proponga, siempre que me lo proponga de verdad.

Por todo esto, a todos los que me habéis seguido, puntual o intermitentemente. A todos los que habéis compartido conmigo cada día de este año, que habéis visto crecer a mis chicos, que me habéis visto embalar mi casa o encontrarme con una sonrisa en mi primer día en otro país:

GRACIAS POR VUESTRO APOYO

¡¡¡¡¡¡ Y FELIZ AÑO 2012 !!!!!!